El Mallorca llegó a Villarreal con la intención, como no, de jugar un buen partido para contentar a una hinchada que clamaba “vendetta” y sumar los 3 puntos en juego.
Delante se encontraba con el líder de la liga, con permiso de Madrid y Barça, que dan la impresión de que juegan en otra liga. En principio era un hueso duro de reoer, difícil de superar, pero Turienzo Álvarez se encargó de recordarnos a los mallorquinistas su manifiesta animadversión... y de que algo huele mal entre el Mallorca y la federación española.
Por si no fueran suficientes estos ingredientes, el partido sirvió para reflejar la rotura de relaciones con el Villarreal, por la guerra sucia en los despachos llevada a cabo por el club “groguet” para arrebatarle su plaza europea al Real Mallorca.
El primer gol de la tarde no tardó en llegar, en una larga jugada mal defendida por la zaga mallorquinista, Cazorla cazó un balón en el área, y de disparo cruzado, consiguió el primer tanto. El Villarreal, con Borja y Bruno en el medio campo, y Cazorla y Cani recorriendo las bandas, se había adueñado del control del partido.
El gol espabiló tímidamente al Mallorca, que pasó a tener mayor posesión del esférico, pero que no creaba peligro en las inmediaciones de la meta defendida por D. López.
El gol mallorquinista llegó un saque de banda que pilló despistada a la defensa del Villarreal, Chori Castro de pase largo entregó el balón a Webo, que se las arregló para entregar el balón a De Guzman, y este, desde la frontal, anotó en un chut con una acertada parábola que no se esperaba el cancerbero del Villarreal Diego López. Los jugadores mallorquinistas empataban el encuentro y ganaban opciones de sacar algo positivo de la visita, pese a haber mostrado hasta el momento poca mordiente ofensiva.
Turienzo Álvarez se encargó de desvanecer las esperanzas mallorquinistas. En una falta botada por Cazorla en la frontal del área, el balón chocó en la barrera, con la mala suerte de alcanzar el brazo de Webo, que no estaba prácticamente extendido. El árbitro no dudó en señalar la pena máxima y amonestó al jugador de Camerún, y al portugués Nunes, por protestar de forma airada.
Rossi se encargó de transformar la pena máxima, realizando una “paradinha” clarísima. Turienzo Álvarez no ordenó repetir el lanzamiento, y asestó de esta forma un duro golpe a la moral de los jugadores del Mallorca.
El Mallorca inició la segunda parte muy enchufado, con fe en la igualada y sin la menor intención de entregar el partido. Pero a los pocos minutos de la reanudación, Nilmar se encargó de finiquitar el partido marcando el tercer tanto del Villarreal con una vaselina de bella factura. A partir de ese momento los jugadores mallorquinistas arrojaron la toalla, y el marcador no se volvió a mover. El Villarreal se limitó a defender su ventaja, ante la nula operatividad en ataque del conjunto mallorquinista.
El Villarreal jugó un buen partido, al toque, controlando el juego desde la media y burlando la defensa mallorquinista en varias acciones más, aparte de los goles. No necesitaba, y no se puede entender sin pensar mal, la deficiente actuación de Turienzo Álvarez para ganar el encuentro.
Mussolnocturn
2 comentarios:
Otra vez los árbitros la lian. De verdad que lo suyo es alucinante.
Saludos.
Pienso que a pesar del mal arbitraje, Laudrup tambien tiene algo de culpa, sabiendo la situacion de sus jugadores creo que los cambios como victor sobraban,ya que hizo muy poco en los minutos que tubo tras salir del banquillo.
Un saludo y mucha suerte para la proxima jornada
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