sábado, 1 de agosto de 2009

Historias: Di Stefano jugó un día con el RCD Mallorca

Posted by walter_rel On 22:50 0 comentarios

Una historia bastante curiosa y bonita, el autor es Alejandro Vidal:


''De continuar en su estado actual, y no parece que vaya a cambiar a corto plazo, las ruinas del Lluis Sitjar serán visitadas como vestigio del templo de una civilización que hizo del fútbol su religión.
Los restos del vetusto y mal llamado estadio que, a diferencia del municipal de Son Moix, nunca pasó de campo de fútbol a secas, guardan secretos a voces como los que pregonan las almas errantes que sobrevuelan el vecino camposanto y quizás sólo pueden ser oidas por los moradores del cercano frenopático o la fauna que habita la sequedad del torrente colindante, el paisaje al que, en definitiva, siempre dio la espalda. Un entorno, el del lado este, que contrasta con los ruidosos días de fastos y gloria que, junto a otros menos festivos, tuvieron como escenario el santuario mallorquinista cuya decadencia contrasta en la actualidad con la bisoña arboleda del controvertido parque de Sa Riera.
Al final de la temporada 1958-59 el Mallorca había consumado su ascenso a Segunda División. Toda una efemérides que empequeñecería apenas un año más tarde ante la gesta, ya contada en estas páginas, del ascenso a Primera. La fiebre desatada en Palma exigía la inmediata ampliación del aforo y a la modernización de sus instalaciones. El problema, como de costumbre, era el dinero, por lo que, accionistas aparte, la directiva presidida por Jaime Rosselló Pascual optó por la emisión de mil trescientas obligaciones de diez a veinte mil pesetas a cambio de una localidad fija por veinte años. Y así, el 14 de agosto de 1959 se inauguró la iluminación artificial con un partido amistoso entre Mallorca y el Newcastle, equipo británico que acaba de descender a Segunda pero en aquel entonces gozaba de uno de los mejores carteles de toda Europa.
Aquella noche, Di Stefano se alineó con el Mallorca. El mítico delantero centro del Real Madrid mantenía una fuerte amistad con Juan Carlos Lorenzo, el entrenador del ascenso, que se había comprometido con el equipo palmesano la temporada anterior. Así que para dar realce al choque y, por qué no decirlo, igualar fuerzas que sobre el papel no parecían equipradas, la ´Saeta Rubia´ formó con los locales junto a Zamora, Arqué, Bolao, Guillamón, Forteza, Diego, Martínez, Oviedo, el propio Lorenzo (jugador-entrenador) y Rodríguez II. Él mismo ignoraba aquellos días que a la temporada siguiente le tocaría enfrentarse contra sus ocasionales compañeros en un partido amistoso de verano.
El icono madridista contaba ya treinta y tres años, aunque se retiró a los cuarenta tras vestir durante sus dos últimas temporadas en activo la camiseta del Espanyol. Ahora acaba de cumplir ochenta y tres años, ocho más que el capitán mallorquín y mallorquinista, Juan Forteza, uno de los tres supervivientes de aquel equipo junto a Bolao y Oviedo. También formaba parte de la plantilla Julián Mir, aunque no figuró en la alineación inicial determinada por Jaime Turró, segundo del técnico argentino, que ejerció de primero.
Para que los más jóvenes de nuestros lectores alcancen a entender lo que suponía el acontecinmiento, imagínense que hoy el Mallorca disputara un encuentro en Palma contra uno de los primeros equipos europeos, –Milan, United, Chelsea, Inter, etc,etc– y Cristiano Ronaldo o Messi vistieran la camiseta bermellona a las órdenes de Gregorio Manzano. Pues algo así, salvando las distancias, es lo que ocurrió tal como lo hemos contado en el octavo mes del año que cerraba la década de los cincuenta.''

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